Ingredientes
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Se trata de un postre liviano y delicado, recomendable también para los niños, ya que es muy nutritivo.
Preparación
- Sumergir un momento las almendras peladas en agua hirviendo, quitarles la película que las recubre y secarlas al horno, pero sin dejar que tomen color
- En una cazuela, si es posible de cobre, derretir a fuego lento 400 gramos de azúcar humedecida con una cucharada de agua. Remover con una cuchara de madera, hasta que se haya disuelto bien, poniéndose almibarada y de color dorado; añadir entonces a las almendras
- Mezclar con el azúcar hasta que se hayan cubierto completamente de caramelo, el cual, mientras tanto, habrá adquirido un color dorado oscuro
- Retirar la cazuela del fuego, con una cucharita sacar algunas almendras enteras del caramelo, y echar el crocante sobre una mesa de mármol previamente untada con aceite
- Con una espátula de metal, extender el crocante sobre la mesa, formando una capa de 1 centímetro de espesor. Dejar enfriar comletamente y luego machacar (poco cada vez) con un mortero
- Pasar el crocante molido por un tamiz, y volver a machacar los trocitos que quedaron enteros
- En una cazuela grande batir los huevos junto con el azúcar restante, utilizando un batidor metálico. Poner la cazuela al bañomaría sobre el fuego y continuar batiendo suavemente hasta que la pasta quede muy espumosa. Retirar del fuego y continuar batiendo hasta que la preparación se haya enfriado completamente
- Añadir al batido de huevos el crocante de almendras molido y la crema de leche después de batirla aparte ligeramente
- Echar todo en un bol de cristal, de paredes altas, humedecido con el licor. Adornar con las almendras que se apartaron y colocar en la heladera durante unas horas
Tips
- Para acompañar el postre, es adecuado un vino dulce
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