Cuando tenemos horarios complicados para el trabajo o para el colegio de los chicos, la mayoría de las veces hacemos una vianda para llevar.
Por lo general nuestra vianda consta de empanadas, tartas o algún sándwich. Pero, si se te terminaron las ideas, te invito a seguir leyendo esta nota.
Como primer medida, es muy práctico adquirir una lonchera o algún tipo de “tupper” con separadores. Espara que no se mezclen los sabores de nuestro almuerzo y quede todo en su lugar. También tenemos que tener en cuenta si vamos a tener acceso a una heladera para guardar nuestra comida hasta el momento de ingerirla. Veamos algunas comidas fáciles de trasladar y prácticas para comer fuera de casa.
Las tortillas son muy versátiles y, como podemos hacer una grande y cortarla en porciones, es perfecta para familias con más de una vianda que llevar. A los huevos batidos les podemos agregar numerosos ingredientes. Papas fritas o hervidas, pollo cocido en trozos, pimientos y cebollas salteadas, y varios condimentos, el que más me gusta para este plato es el perejil picado, que le da frescura y un sabor incomparable.
Una opción práctica, es hacer un salteado de pollo o cerdo. Debemos cortar la carne en trozos pequeños, del tamaño de un bocado. Así solo vamos a llevar un tenedor y vamos a prescindir de un cuchillo, lo que hace aún más cómodo para el momento de llevar nuestro almuerzo fuera de casa. Los condimentos son infinitos, las combinaciones que nunca fallan son: curry, ajo y pimienta; tomillo, comino y chile; limón, albahaca y ajo; jengibre, ajo y limón; y cualquiera otra que nos guste y nos dé ganas de cocinar.
Otra alternativa son las ensaladas, sobre todo para el verano. Ya sea para cuidar la figura o por el calor, más de una vez optamos por ellas. Pero no caigamos en la típica de lechuga y tomate o la ensalada rusa. Podemos hacer una rica ensalada mezclando cebollas y morrones caramelizados con porotos (o alubias, de los que vienen enlatados) con aceite de oliva, aceto balsámico, ají molido y sal. Otra buena combinación es la de mejillones pelados, habas, jamón cocido y queso cortados en cubos, aceitunas y anchoas.
Una idea útil para el arroz blanco que nos quedó día anterior, es mezclarlo con cosas ricas para hacer una buena ensalada veraniega. Puede ser tomates en cubos, arvejas, huevo duro, pimientos crudos en pequeños cubos, o cualquier cosa que tengamos en la heladera. Una ensalada que no falla, es la de zanahorias ralladas, palmitos, manzana verde en cubitos y salsa golf. En este último caso, y si preferimos sazonar otra ensalada con mayonesa, por ejemplo, debemos tener en cuenta la refrigeración. Con estos aderezos no se puede cortar la cadena de frio, por peligro a que se echen a perder.
Como vemos, es posible comer fuera de casa sin tener que trasladar platos, cubiertos y cosas que nos estorban al momento de almorzar en la oficina, en la calle o en el colegio. ¿Te animás a renovar la vianda de todos los días?