Como buenos hijos y nietos de inmigrantes, los argentinos solemos comer por lo menos una vez a la semana un plato de pastas, pueden ser tallarines, ravioles, capelettis o ñoquis, y casi siempre las acompañamos con salsa de tomate. ¿No te cansaste de comer siempre la misma salsa? Acá van algunas ideas para implementar y renovar nuestras pastas.
Salsa “bolognesa”
En vez de hacerla con carne picada, podemos usar chorizo, cortado en rodajas o desmenuzado, que le va a dar mucho más sabor a nuestra salsa. Una buena idea es dejar que se dore un poco la carne, ya que al tener un alto contenido de grasa (y por ende mucho sabor) necesita dorarse para que resalten bien los sabores del resto de los ingredientes.
Crema de hierbas
Esta es la más fácil y rápida. Solo tenemos que calentar crema de leche y agregar las hierbas que nos gusten, algunas opciones son: albahaca, salvia, orégano, ciboulette, romero, etcétera. Siempre sazonada con sal y pimienta.
Salsa “campidanesa”
Ponemos a dorar en una sartén profunda la carne de unas salchichas parrilleras, sin piel. Revolviendo bien para separar la carne, agregamos un par de dientes de ajo fileteado, y un vaso de vino tinto para desglasar, esto va a hacer que se despeguen todos los sabores del fondo de la sartén y que no se pierdan cuando servimos la salsa. Luego cortamos flores de brócoli en finas láminas y las agregamos a nuestra preparación, una vez que se empiece a cocinar, le incorporamos dos o tres tomates en cubos (con semillas y piel) y unas hojas de albahaca. Una vez deshecho el tomate, ya está lista para ser incorporada a nuestro plato de pastas.
Salsa “parisienne”
Comenzamos haciendo una simple salsa blanca o “bechamel”, que se hace con una cucharada de manteca y una de harina. Ponemos a derretir la manteca en una olla, le agregamos la cucharada de harina y una vez que se forma una especie de masa, le agregamos leche caliente. Es recomendable ir agregándola de a poco e ir batiendo constantemente para que no se formen grumos. Una vez lista nuestra salsa blanca, agregamos cubos de jamón cocido y cubos de pollo previamente hervido. Los condimentos que mejor le quedan son sal, pimienta negra y nuez moscada rallada. Algo muy común para esta preparación, es colocar en una fuente para horno nuestra pasta, luego la salsa y agregarle encima un poco de queso parmesano rallado, y llevar esta fuente a gratinar por diez minutos a horno fuerte. El resultado es excelente.
Crema de hongos
Cortamos en juliana una cebolla grande, la rehogamos en una sartén con aceite de oliva, sal y pimienta. Luego le agregamos unos champiñones o portobellos fileteados, dejamos que se doren un poco e incorporamos crema de leche. Solo resta que hierva por unos minutos y ya está lista para disfrutar.
Ya te di varias opciones nuevas para disfrutar las pastas que tanto nos gustan. Ahora solo queda hacerlas, disfrutarlas y repetirlas, para crear nuevas costumbres en la familia. ¿Te animás?
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