Tallarines chinos con langostinos. Más recetas de fideos chinos.

Tallarines chinos con langostinos

Como no dejamos a nadie afuera, es que también hemos pensado en quienes aman tanto el pescado. Por ello, en esta oportunidad hemos de preparar unos riquísimos tallarines chinos con langostinos. Un plato oriental que bien vale la pena probar. ¡A cocinar!

Ingredientes para preparar tallarines chinos con langostinos: (4 personas)

  • 350 grs. de tallarines chinos (lo adquieren en todas las tiendas en los barrios chinos)
  • 300 grs. de langostinos
  • 2 cebollas
  • 2 zanahorias
  • 1 diente de ajo
  • 2 pimientos verdes
  • ½ litro de agua
  • 2 guindillas
  • Aceite de olvida c/n
  • 1 cuchara de harina de trigo
  • 1 copita de coñac
  • 1/ vaso de salsa de soja
  • Manteca c/n
  • 1 ramo de brotes de soja

Preparación:

Tenemos muchos ingredientes, muchos sabores. Comencemos: Tomamos los tallarines chinos y los colocamos en una cacerola con abundante agua y sal a gusto. Dejamos que se cocinen como cualquier otro tipo de fideos, o tallarines. Una vez que están a punto, se los coloca debajo del agua fría para que de esta manera no se peguen, luego se los escurre y se los deja a un lado.

En tanto se cuecen los tallarines, lavamos muy bien todas las verduras y las pelamos. La cebolla la cortamos en trozos cuadrados pero no muy pequeños, y los pimientos como las zanahorias se las corta en forma de tiras. A continuación, en una sartén, vertimos un poco de aceite y una pequeña cuchara de manteca. Incorporamos todas las verduras junto con los brotes de soja. Salpimentamos a gusto, y dejamos cocinar durante algunos minutos. No deben quedar muy tiernas, es preferible que estén como “crocantes”.

Por otro lado, tomamos los langostinos, los cuales deben estar bien limpios y pelados por supuesto, y los rehogamos junto con los tallarines. Inmediatamente añadimos medio vaso de salsa de soja y mezclamos bien. Cuando vemos que el líquido ya se evaporó, es que ya podemos servir este exquisito plato.

Una Alternativa

Otra opción es comenzar por pelar y lavar los langostinos echando las cascaras y las cabezas de los mismos en una cacerola, al mismo tiempo que se los cocina. Luego cuando están listos se rompen las cascaras y cabezas con la ayuda de un martillo de cocina para que suelten mucho más sabor. Y allí cuando las cascaras están cocinándose se le añade el coñac.

Esto es una opción pero como se dice en matemática, el orden de los factores no altera el producto. Hay quienes no aman ni las cascaras ni las cabezas de los langostinos. De esta manera, sólo se está haciendo un caldo en donde los langostinos tendrán un más fuerte sabor. Es en este caldo en donde se añaden las guindillas y así podemos lograr una deliciosa salsa para acompañar el plato.

Es increíble cómo con pocos ingredientes podemos probar un sabroso plato oriental, y experimentar sabores tan diferentes a los típicos. ¡No se pierdan la receta!

¡Muy buen provecho!

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