Preparar tortas fritas y chipás de almidón, dos recetas argentinas para días de lluvia

Preparar chipás y tortas fritas

Las tardes de lluvia nos inspiran para cocinar (o por lo menos a mí). Acá van dos recetas típicas argentinas de días de lluvia. La de tortas fritas es más simple que la de chipás de almidón de mandioca (yuca), pero las dos son fáciles de hacer. Al ser tan típicas, existen tantas recetas como abuelas, ya que van pasando de generación en generación y en cada familia existe una versión diferente.

¿Cómo se preparan las torta fritas argentinas?

En primer lugar vamos a ver la receta de las torta fritas al estilo del nordeste argentino.

Preparar ricas y fáciles tortas fritas:

  • 1 taza de salmuera
  • 1 cucharada de manteca o grasa vacuna
  • Harina necesaria
  • Aceite o grasa para freír

Comenzamos haciendo la salmuera con agua tibia y dos cucharaditas de sal fina, incorporamos la manteca o grasa para que se derrita y luego agregamos la harina hasta formar una masa homogénea. Lo típico es formar pequeños bollos, estirarlos más o menos de medio centímetro de espesor y hacer dos o tres cortes diagonales, para que en la cocción no se hagan burbujas. Una vez estiradas, las freímos en grasa o aceite vegetal bien caliente, de un lado y del otro. Se doran rápido, así que tenemos que estar atentos. Una vez cocidas, se les puede agregar más sal fina por encima o azúcar.

¿Cómo se hace la chipa o el chipá de almidón?

Y ahora preparemos chipás:

  • 4 huevos
  • 500 gramos de almidón de mandioca
  • 500 gramos de queso semiduro en hebras o cubos pequeños (puede ser Holanda, Danbo, Pategrás, Gouda o similares)
  • 200 gramos de manteca pomada
  • Media taza de leche
  • Media taza de queso rallado
  • Una cucharadita de polvo de hornear
  • Sal y pimienta

Esta receta tiene más ingredientes, pero el resultado es excelente. Comenzamos mezclando el almidón con la manteca, los quesos, el polvo de hornear, la sal y la pimienta, es decir, todos los ingredientes secos. Luego le agregamos un batido de huevos y leche. Es recomendable ir incorporando de a poco y mezclar con una cuchara o un tenedor, para que se integre todo de la mejor forma posible. La masa va a quedar pegajosa y elástica.

Una vez lista nuestra preparación, formamos pequeñas bolitas (más o menos de 10 gramos) y las colocamos en una placa enmantecada. Cabe destacar que hay que ubicarlas bastante separadas, ya que con el polvo de hornear, durante la cocción van a aumentar de tamaño, y si están muy juntas se van a pegar, y como resultado vamos a tener un solo gran chipá. Esta placa va a ir al horno hasta que estén dorados, dependiendo del tamaño, van a ser 10 a 30 minutos.

Recomiendo comerlos calentitos y recién hechos, ya que si los hacemos de un día para el otro pueden resultar gomosos o duros.

Una buena idea es preparar las bolitas de masa y tenerlas congeladas, así cada vez que nos den ganas de comer estos riquísimos chipás, los sacamos del freezer y los horneamos, de esta forma siempre los vamos a tener recién hechos para disfrutarlos de la menor manera.

Ahora solo nos queda esperar a que llueva alguna tarde para probar esta típica merienda que bien combina con unos buenos mates amargos. ¡A intentarlo!

Índice de contenido

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *